January 2017 Anna Sophia Schütz

Oops, ya llevo tres semanas acá sin haber reportado. Es que el tiempo está volando, pero mientras eso pasan muchas cosas, fíjense:

Aquí estoy en la Unidad de Salud de El Zapote con unas personas lindísimas, de verdad. Es un cantón precioso y muy tranquilo con gente amablísima y muy simpática.

Platicando con los empleados uno se da cuenta de las necesidades de la unidad rápidamente.

Mucha pena da el hecho de que no reciban mucho apoyo del Ministerio de Salud y de Asistencia Social. Suelen hacer muchas horas extras no pagadas y materiales básicas como las hojas de papel, fotocopias de hojas oficiales, vehículo y combustible para el moto de la promotora de salud que tiene que ir todos los días en ello, el teléfono, el agua...todo eso tienen que pagar los empleados de su cuenta. Solo para dar una impresión de las condiciones del trabajo...Pero vamos de forma cronológica.

Primero Jose Viana, el doctor que estaba en la Unidad de Salud de El Zapote el año pasado, me llevó a Ahuachapán donde nos reunimos con Janeth, la doctora del año 2017 de El Zapote, y con el Dr. Mendez, sustituto del director del Sibasi (sistema básico de salud integral) Dr. Ramirez para presentarme y el proyecto a él y para hablar del estado de los proyectos anteriores. Lo que había que aclarar era sobre todo sobre como seguir con el aparato de ecografía que trajeron Franz y Lucy hace unos 5 meses en agosto 2016.

La situación es la siguiente:

El aparato está en Cara Sucia, donde hay una casa de espera materna con una área de captación muy amplia (El Zapote incluido), pero lamentablemente no hay ni un ginecólogo capacitado en hacer examenes de sonografía. Por otro lado hay ginecólogos capacitados en el centro de salud de Guaymango (más lejos y complicado de alcanzar para las pacientes de El Zapote) que se ha quedado sin aparato de ecografía después de que se rompió y las embarazadas de allá tienen que recorrer un trayecto larguísimo para llegar a un establecimiento con ultra con lo cual se hace inaccesible para muchas de ellas. Tratando de solucionar ese dilema llegamos a el acuerdo con el Dr. Ramirez de que la ultra se quede en Cara Sucia si se consigue emplear a una ginecóloga capacitada. Si no el aparato se va a Guaymango debajo de la condición de que se procure transporte para los pacientes de El Zapote para estar accesible para ellos. Lo que pasa es que los médicos de acá para estar permitidos de hacer examenes de ultrasonografía se les pide un curso de 6 meses bien caro. Por eso hay tan pocos que lo dominan.

Así fuimos a instalarlo luchando con el envuelto que Franz le había puesto. Y cuando lo conseguimos todo orgullosos nos dimos cuenta de que...los enchufes de 220V no se parecían a los demás y que el adaptador que había enviado Lukas no correspondía! Jajaja, que desastre pues. Pero no hay nada que no se puede arreglar. Soy optimista de que lo logremos.

Otro día Jose me puso en contacto con Señora Mima que tiene muy buenas intenciones en cuanto a la comunidad de El Zapote ya que su chalet de vacaciones se encuentra acá y se siente conectada con el pueblo. Así se involucró a hacer posible que haya clases de valores y moral en la escuela, misas católicas, limpieza de playa a cambio de materiales de construcción y la promoción y distribución de productos de artensanía de El Zapote. Cuando se enteró de ‚Unified for Health‘ nos ofreció su apoyo en cualquier asunto. Poder contar con su colaboración nos conviene mucho, ya que tenemos objetivos muy parecidos.

Mis días en la unidad son muy distintos y ricos en impresiones. A veces estoy en la consulta con la doctora que es muy buena onda De otro modo que nosotros los estudiantes salvadoreños aprenden en su internado a cubrir un espectro muy amplio de la atención primaria con el fin de poder atender una unidad de salud solo en el año social. Así saben de ginecología tal como de pediatría, medicina general etcétera, Es muy interesante y se aprende mucho. Otras veces acompaño a los promotores de salud. Ver como se trabaja en el campo con lo que tienen es fascinante. Fuimos a las casas de los pacientes paraver como están los pacientes en seguimiento, pesar niños, hablar de planificación familiar y también fuimos a la escuela a dar vitamina A y la vacuna de tétano. Además he ido al centro de nutrición que es una institución del Ministerio de Salud. Funciona como una guardería con el objetivo de transmitir conocimiento y conciencia de nutrición y higiene y asegurar comida de un desayuno y un almuerzo diario. Hasta marzo hay que alcanzar la meta de 20 niños inscritos para que el ministerio emplee a un maestro para la parte educativa. Entonces pasé tiempo con los niños y fui con Señora Paulina y Señora Blanca de promoción por el pueblo para visitar a las familias que tienen hijos menores de 5 años. También hay que dar charlas a los padres sobre ciertas temas en que puedo ayudar.

Aparte de eso estoy trabajando en el proyecto de prevención de enfermedades no contagiosas, enfocando la diabetes, porque mucha gente padece de la diabetes aquí. Así quedo una vez la semana con el grupo de diabéticos para platicar con ellos, explicar temas de la enfermedad y como prevenirla y también para hacer caminatas y ejercicio para ponernos en forma 😉 En este contexto también prestamos los hemoglucotests que trajó Leonie el año pasado a unos pacientes para que se midan la glicemia regularmente con el fin de evaluar el efecto tratamiento y para que desarollen una sensación de su nivel de azúcar.

Otro asunto en cuanto a la prevención que preocupa mucho se trata de las mujeres jóvenes. Lo que se ve mucho es que muchas de las chicas después de finalizar su bachillerato ganan mucho peso. Eso se debe al hecho de que mientras la mayoría de los chicos sigue jugando mucho al fútbol (casi todos los días en la cancha y en la playa) y manteniendose en forma, las hembras ya no se reunen para hacer deporte. Y el gran desempleo tampoco les conviene mucho. Así que estamos iniciando grupos de corremiento y ejercicio por las mañanas en la playa y una vez la semana un grupo de fútbol de chicas, con la ayuda de Taty, una chica de 19 años que vive aquí en el Zapote.

Bueno, eso es para ahora, espero encontrar tiempo pronto para mantenerles informados y que pudiera darles una pequeña impresión de como van las cosas de UFH por acá 🙂

Que les vaya bien!

Con la barriga llena de pupusas, plátanos y cazamiento,

Anna-Sophia